lunes, 1 de diciembre de 2014

DOLORES TORÁCICOS. PARTE 2.

Hemos hablado de la importancia de los factores de riesgo en cualquier tipo de enfermedad, y cómo no, en los dolores torácicos también tienen una gran relevancia.
Pero existen también unos factores denominados "beneficiosos" que disminuyen el riesgo de presentar dolor de pecho:

  • El ser mujer hasta la etapa previa de la menopausia.
  • Tener el llamado "colesterol bueno" elevado que en los análisis viene como HDL.
  • Práctica regular de ejercicio físico.


De los citados en el post anterior ( HTA, colesterol alto, diabetes o tabaco y sobrepeso), el más alarmante sería  la diabetes.


 

No cabe duda, de que todos ellos producen un daño en las arterias y de ahí la importancia de mantener estos parámetros a raya. Pero en la diabetes, los síntomas se pueden enmascarar y en vez de dolor las personas pueden sufrir otros síntomas como fatiga o los llamados "síntomas vegetativos" como pueden ser las nauseas y vómitos, con lo que quiero decir que no tiene por qué presentar los típicos dolores irradiados al brazo o en el centro del pecho.

Os puedo hablar de una experiencia personal muy importante en mi vida, y que sin duda me ha marcado y está relacionada con este factor de riesgo, la diabetes.

Mi abuela era diabetica, como muchas personas mayores, presentaba una diabetes mellitus tipo II no insulinodependiente, con dieta y medicación oral tenía los valores controlados.
Una noche, comenzó con vómitos.( He de decir que mi abuela vivía en un pueblo de León,  y yo en Bilbao).

Tras los vómitos, había sudado muchísimo, y estaba muy cansada, además de tener dolor muscular.
El médico acudió y  su diagnóstico fue de gastroenteritis, ya que por aquel tiempo debía de haber un brote por el pueblo, sin prestarle importancia a su diabetes.

Le recetaron unos sobres de suero oral, que muchos de nosotros ya conoceremos porque seguro que en algún momento hemos tenido una gastroenteritis.
Estos sobres contienen una gran cantidad de electrolitos  por lo que repones lo que vas perdiendo con la diarrea y los vómitos. Pero junto a estos electrolitos, hay mucho azúcar, con lo cual los niveles en mi abuela, se dispararon.

En realidad, le había dado un infarto, y sus síntomas estaban siendo enmascarados.
No tenía dolor irradiado al hombro, ni en el pecho, se quejaba de tener mal cuerpo, y tras los vómitos estar débil.
Junto con el primer infarto, al descompensarse el organismo con el suero oral, la glucosa rozaba valores muy altos, y le repitió el infarto.
En el hospital no pudieron hacer nada más que esperar el fatal desenlace.
Yo lo pasé fatal, mi abuela murió, y yo no pude ir a su entierro de los ataques de ansiedad que tenía.
No quiero echar la culpa al médico, pero como comprenderéis cuando nos tocan una persona que amamos, en esos momentos, no sabes cómo un profesional no había podido distinguir entre un infarto y una gastroenteritis.
Quizás, mi abuela estuviera aquí o quizás no, eso nunca lo sabré.

Mi abuela pensaba en mi como su salvadora, su enfermera, la que le podía curar, pero lamentablemente no pude ayudarla.
Después he ido una y mil veces al cementerio, a pedirla perdón por no haber podido estar en su entierro, por el gran ataque de nervios que ya os cuento que tuve, y pienso en aquella noche una y mil veces, en si podía haber estado allí, a su lado para no dejarla tomar ese suero que la descompensó, o llevarla inmediatamente al hospital.
No pudo ser, pero mi abuela estaba y estará siempre infinitamente orgullosa de que sea enfermera y pueda ayudar a la gente, y aunque a ella no la pude ayudar, estoy segura que desde ahí arriba, se alegra de que comparta esto para que no se repita, y así por lo menos sepáis y os quedéis con la idea, de que los ejemplos de dolor en el brazo izquierdo o en el pecho no son siempre los únicos que existen para diagnosticar infartos o anginas de pecho, que existen variantes, y sobretodo en la gente diabetica.

Cuidad vuestra salud, de los vuestros, y de los abuelos, que deberían ser eternos, y en mí mi abuela lo es.
Para ti dedicado este post en mi blog abuelita.







No hay comentarios:

Publicar un comentario