miércoles, 4 de marzo de 2015

CUADROS GRIPALES: ¿QUÉ ES MEJOR TOMAR?

Os hablé en su día del paracetamol y del ibuprofeno, de las dosis recomendables, pero en este post, quiero enfocar un poco el tema sobre qué hacer cuando notamos que comenzamos a tener síntomas víricos o gripales.
Muchos de vosotros, me preguntáis cuando empezáis a sentiros mal, que sería lo mejor para tomar.
En las farmacias existe gran variedad de alternativas, los antigripales son sin duda, muy demandados por la gente ya que no hay necesidad de ir al médico, y están al alcance de cualquiera.
He de deciros, que no son del todo de mi agrado, os explico:
  • Los antigripales son la mejor elección cuando comienzas a notar eso que llamamos comúnmente como "cargazón", es decir, los síntomas gripales. Muchos contienen vitaminas A, B y C. Si pensamos en ello, al fin y al cabo las vitaminas, y en especial la C, son estupendas para prevenir los resfriados comunes. Los zumos naturales, y el de naranja en especial, aporta a tu organismo vitaminas y defensas esenciales para tu organismo. Sin embargo, lo que quiero explicar con esto, es que no son una cura de la gripe. Cuando me preguntáis qué tomar, los antigripales os los aconsejaría sólo si tenéis estornudos (no asociados a alergias), os sentís molestos, o con congestión nasal.

Sin embargo, si comenzáis con dolor de garganta, no os preguntéis que tomar, lo mejor es el ibuprofeno. Si a ello esta asociada la fiebre, lo más seguro es que estéis comenzando con un cuadro gripal. Muchos de nosotros comenzamos con este patrón: nos empieza a doler la garganta y acto seguido comenzamos a tener lo que en términos médicos llamamos "febrícula", las llamadas décimas de fiebre.
En este tema, me gustaría hacer un apunte: la fiebre se considera fiebre como tal, cuando nuestra temperatura corporal es de 38ºC, de ahí para abajo se llama febrícula.

El ibuprofeno es un antiinflamatorio del grupo de los AINES (antiinflamatorios no esteroideos) que ha estado de mucha actualidad en los medios por el excesivo uso que se hace de ellos. No soy partidaria de utilizarlos para todo tipo de dolores, pero sí cuando el cuadro gripal comienza por la garganta ya que realiza un efecto a nivel faríngeo, con lo que el dolor disminuye, la garganta comienza a desinflamarse y con ello la fiebre empieza a ceder.
 Si la fiebre es muy alta, notaréis que no mejora, con lo cual lo mejor es que acudáis a vuestro centro de salud para que os miren la garganta, ya que puede que necesitéis un antibiótico que luche contra esas bacterias que serán las causantes de esa fiebre, y que puede derivar en cuadros como amigdalitis o faringitis, las placas en la garganta necesitan sin duda un aliado como el antibiótico y el ibuprofeno contra el dolor y como coadyuvante de la inflamación.

Con todo ello, no quiero dejar de lado el tema de las pastillas que tanto promocionan en la televisión contra el dolor de garganta. No es que este en contra de ellas, son un buen aliado cuando son dolores leves de garganta. Al fin y al cabo, contienen lidocaína, que es un anestésico muy utilizado en toda esta gama de pastillas. Pero repito, en realidad lo que haces con ellas es aliviar esas molestias de garganta, pero no curar, estás paliando ese dolor, pero no la causa de él. Si os duele la garganta optaría por aconsejaros el ibuprofeno a dosis bajas, no hace falta abusar, ya lo sabéis. ¿Qué es una dosis baja? Ibuprofeno de 400mg, incluso de 300mg (podéis partir las pastillas de 600mg), unas tres veces al día, no más de dos días. Seguro que con ello notáis una gran mejoría desde el primer día.

Respecto al uso del paracetamol, soy partidaria de usarlo como antipirético (para la fiebre). Es la elección idónea para combatirla. Ante el cuadro gripal, lo ideal sería tomar paracetamol de un gramo tres veces al día durante 5 días.
 Así como el ibuprofeno es mejor tomarlo con el estomago lleno, porque ataca bastante al estomago y en caso de abuso puede llegar hasta a producir úlceras de estómago, el paracetamol no es necesario tomarlo después de ingerir alimentos, puedes tomarlo de forma aislada, y siempre no superando de los 3 gramos diarios.
Así, el paracetamol lo usaríamos para la fiebre y para dolores leves.
El nolotil, es otro medicamento que se usa mucho en la fiebre como alternativa al paracetamol aunque quizás no sea tan común hablar de él. La única recomendación es que si sois personas con tensión arterial baja, tengáis cuidado con su uso, ya que baja bastante la tensión.

Ahora ya tenéis unas pequeñas pautas para saber como hacerle frente a los cuadros gripales.